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Recordar para no repetir: las 3 crisis financieras más grandes de la historia

Por Nicolas Gomez-Sanchez

Mar 24, 2025

Recordar para no repetir: las 3 crisis financieras más grandes de la historia

 

El mundo financiero ha atravesado múltiples crisis a lo largo de la historia, pero algunas han dejado cicatrices más profundas que otras. Debemos tener en cuenta que recordar la historia es aprender de los errores de quienes vinieron antes de nosotros, de ahí nace la famosa frase del filósofo George Santayana: «Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.» Es por esto que en este artículo, exploramos las tres crisis económicas más grandes, su impacto en la bolsa de valores de Estados Unidos y del mundo, y el tiempo que tomaron los mercados en recuperarse.

 

 

  • LA GRAN DEPRESIÓN (1929)

La Gran Depresión comenzó con el colapso del mercado de valores el 24 de octubre de 1929, conocido como el «Jueves Negro». Durante los siguientes días, el pánico se apoderó de los inversores, y el Dow Jones Industrial Average perdió cerca del 90 % de su valor, cayendo de 381 puntos en septiembre de 1929 a un mínimo de 41 puntos en 1932. Este colapso desató una recesión global que llevó al cierre de miles de bancos, a la quiebra de empresas y a una contracción del PIB estadounidense de casi el 30 %. La tasa de desempleo superó el 25 %, dejando a millones de personas sin ingresos ni acceso a recursos básicos.

El impacto en los mercados globales fue devastador, ya que muchas economías estaban interconectadas con la estadounidense. Europa, que aún se recuperaba de la Primera Guerra Mundial, sufrió una caída en el comercio y el desempleo masivo. La recuperación fue lenta y tomó casi 25 años para que el Dow Jones volviera a sus niveles previos a la crisis, alcanzándolos nuevamente en 1954. Fue necesaria la intervención del gobierno con el New Deal, implementado por Franklin D. Roosevelt, para estabilizar la economía y generar empleos a través de proyectos de infraestructura y reformas financieras.

 

 

  • LA CRISIS DEL 2008

Provocada por la burbuja inmobiliaria y la crisis de las hipotecas subprime, la crisis de 2008 fue una de las más severas en la historia reciente. Durante la década de 2000, los bancos otorgaron préstamos hipotecarios de alto riesgo a personas con bajos ingresos y sin capacidad de pago, confiando en que los precios de las viviendas seguirían subiendo. Cuando la burbuja estalló, millones de propietarios no pudieron pagar sus hipotecas, lo que llevó a la ejecución hipotecaria masiva y al colapso de instituciones financieras como Lehman Brothers en septiembre de 2008.

 

El pánico se extendió rápidamente por los mercados globales. El S&P 500 perdió más del 50 % de su valor entre octubre de 2007 y marzo de 2009, cayendo a un mínimo de 676 puntos. Los mercados de Europa y Asia también sufrieron caídas abruptas, y la economía global entró en una recesión profunda. En EE.UU., el desempleo alcanzó el 10 % y el crédito se paralizó.

Para evitar un colapso mayor, los gobiernos y bancos centrales intervinieron con paquetes de estímulo, rescates financieros y programas de flexibilización cuantitativa. La recuperación del S&P 500 tomó aproximadamente cinco años, alcanzando nuevamente sus niveles previos a la crisis en 2013. La crisis dejó lecciones sobre la regulación financiera y la importancia de monitorear los riesgos sistémicos en los mercados.

 

 

  • COVID-19 (2020)

En marzo de 2020, la pandemia de COVID-19 provocó una caída histórica en los mercados financieros. Con el cierre de economías enteras, restricciones de movilidad y el colapso de la demanda, los inversores entraron en pánico y comenzaron a vender masivamente sus activos. El S&P 500 cayó un 34 % en solo un mes, desde su máximo en febrero hasta su mínimo en marzo. Fue una de las caídas más rápidas y abruptas de la historia bursátil.

El impacto en la economía global fue inmediato: el desempleo en EE.UU. se disparó al 14,7 %, sectores como el turismo y la aviación quedaron paralizados y las cadenas de suministro sufrieron interrupciones masivas. En Europa y Asia, los mercados también sufrieron caídas significativas, con desplomes en índices como el FTSE 100 y el Nikkei 225.

Sin embargo, gracias a los estímulos monetarios y fiscales sin precedentes implementados por la Reserva Federal y el gobierno de EE.UU., la recuperación fue rápida. La inyección de billones de dólares en la economía, junto con tasas de interés cercanas a cero y programas de compra de bonos, permitió que los mercados se recuperaran en tiempo récord. Para agosto de 2020, el S&P 500 ya había recuperado sus pérdidas y alcanzó nuevos máximos en los meses siguientes. No obstante, sectores como el turismo y la energía tardaron más en recuperarse completamente.

 

 

Conclusión

Cada crisis financiera tiene sus propias causas y consecuencias, pero la historia ha demostrado que los mercados tienden a recuperarse con el tiempo. Para los traders e inversionistas, estas crisis representan tanto riesgos como oportunidades, y entender su impacto puede ayudar a tomar mejores decisiones en el futuro.

¿Crees que estamos en riesgo de otra gran crisis? Déjanos tu opinión en los comentarios.

 

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