Contratos por Diferencia (CFD): Guía completa para comprender y operar
¿Qué es un CFD?
Un contrato por diferencia (CFD) es un instrumento financiero innovador que permite a los operadores especular sobre los cambios en el precio de un activo sin poseer directamente el activo. Se originó en el Reino Unido en la década de 1950, donde los fondos mutuos lo desarrollaron para operaciones apalancadas.
Operaciones con CFDs y su flexibilidad
Al operar con CFD, se establece un acuerdo con un bróker para intercambiar la diferencia en el valor del activo subyacente desde la apertura hasta el cierre de la posición. Este enfoque ofrece flexibilidad y liquidez, ya que los CFD se negocian en el mercado extrabursátil (OTC), sin una bolsa centralizada.
Activos diversos y apalancamiento
Los CFD pueden representar acciones, divisas, materias primas, índices, entre otros activos. Estos contratos reflejan el precio del activo y le permiten operar con apalancamiento para controlar posiciones de mayor valor. El apalancamiento amplía el potencial de ganancias, pero también aumenta el riesgo de pérdida al operar con una cantidad mayor que el capital disponible como garantía.
Los ejemplos prácticos incluyen la compra de CFD en previsión de que una acción como Amazon ( AMZN ) suba, o la venta de CFD en previsión de que una acción como Tesla ( TSLA ) baje de precio. Los CFD son derivados y se negocian en el mercado extrabursátil con transacciones flexibles. Costos relevantes y consideraciones importantes.
Costos y consideraciones de los CFDs
Aunque los CFD no tienen fecha de vencimiento, mantener una posición abierta indefinidamente conlleva un costo conocido como costo de swap. Se utilizan a diario y varían según el tamaño de la posición y el tipo de activo. Dado que el comercio de CFD es especulativo, requiere conocimiento, experiencia y disciplina. Debido a sus mayores riesgos, no son adecuados para todos los inversores. Antes de operar, es importante comprender cómo funcionan los CFD y los costos y comisiones asociados.